Por lo tanto, se trata de una combinación de pensamientos, emociones y comportamientos que se manifiestan ante una pérdida importante. El duelo duele y nos afecta de una u otra forma a todas las personas, por lo que podemos definirlo como un proceso universal y único, ya que cada persona lo vive de forma diferente. No obstante, a lo largo de los años se ha tratado de explicar mediante la diferenciación de etapas o fases del duelo: fase de shock o confusión, fase de ira, fase de negociación, fase de culpa, fase de tristeza y fase de aceptación o restablecimiento de la pérdida. Aunque existan varias fases, estas no son lineales ni seguidas y varían en tiempo o intensidad según la persona.

¿Cuál es la diferencia entre un proceso de duelo adaptativo y un duelo patológico?

El duelo adaptativo es un proceso esperable ante una pérdida importante. Con el tiempo, la persona logra aceptar la pérdida y seguir adelante. Sin embargo, cuando hablamos de duelo patológico nos referimos a una sensación de dolor que impide llevar una vida funcional a pesar del paso del tiempo.

Es importante saber que el duelo se entiende como un proceso y no como un estado, por lo que puede llegar a convertirse en un duelo patológico cuando la intensidad emocional se mantiene en el tiempo y/o interfiere en la vida diaria de la persona.

Terapia psicológica en procesos de duelo

El objetivo que se persigue desde la terapia psicológica en un duelo es el acompañamiento emocional a la persona, así como la búsqueda de estrategias de afrontamiento ante la nueva situación. El objetivo final de la terapia será la aceptación y la recolocación emocional de la pérdida significativa para continuar viviendo.